El niño de barro Ampliar

El niño de barro

Alquiler
La maldad tiene 10 años. Buenos Aires, 1912. Una serie de brutales asesinatos a menores se propaga por la ciudad. Mateo (Juan Ciancio), un...

Más detalles

Disponibilidad: Copias alquiladas

Lanzamiento: Próximamente

La maldad tiene 10 años.

Buenos Aires, 1912. Una serie de brutales asesinatos a menores se propaga por la ciudad. Mateo (Juan Ciancio), un niño de 10 años, esconde un secreto: a veces su mente le conduce a un oscuro lugar de la memoria en donde es testigo de los asesinatos. Al descubrirse su secreto muchos creerán que es el asesino. Estela, su madre (Maribel Verdú), con el apoyo del forense de la policía, el Dr. Soria (Chete Lera), trata de encontrar una explicación racional a las visiones y así minar el escepticismo del Comisario Petrie (Daniel Freire). Pero los asesinatos siguen ocurriendo....Y el caos termina por adueñarse de la situación.

HISTORIA

El niño de barro, una película inspirada en hechos reales acerca del primer niño asesino en serie de la historia.

Hemos recuperado un documento que se publicó en el Diario Clarín de Buenos Aires, el 30 de agosto de 2006 y que relata la vida del asesino, Cayetano Santos Godino, más conocido como "el petiso orejudo".
Publicado por Lucía Bertotto el el diario Clarín de Buenos Aires (30 de agosto de 2006)

Todos los barrios atesoran leyendas, mitos e historias. Muchas de ellas son realmente escalofriantes, como la que se esconde en las calles de Parque Patricios, donde Santos Cayetano Godino, conocido popularmente como el “Petiso Orejudo”, comenzó su brutal carrera criminal a los siete años. En total mató a cuatro niños e intentó cometer siete homicidios más. Era pirómano. Incendiaba lugares porque le daba placer ver trabajar a los bomberos. Utilizaba fósforos para prender fuego las ropas de sus víctimas, piolines para estrangularlas, cigarrillos para quemar sus párpados y clavos para incrustar a golpes en sus diminutos cráneos.

La confesión
"¿Es usted un muchacho desgraciado o feliz?" le preguntó el doctor Domingo Cabred a Santos Cayetano Godino."Feliz", respondió. "¿No siente usted remordimientos por lo que ha hecho?" indagó Cabred, el médico encargado de evaluar psicológicamente a ese joven de 16 años que estaba siendo acusado de matar a Jesualdo Giordano, un niño de apenas tres años. "No entiendo lo que me pregunta", respondió Godino, quien no sólo era incapaz de comprender el concepto de remordimiento, sino que además no tuvo inconvenientes en confesar su responsabilidad en tres homicidios más. "¿Piensa que será castigado por sus delitos?", continuó Cabred. "He oído que me condenarán a veinte años de cárcel, y que si no fuera menor, me pegarían un tiro".

Su infancia
(General Urquiza 1970, Parque Patricios)
El conventillo en el que vivió Santos Cayetano durante su infancia es hoy un local de alquiler de fletes. Por las tranquilas calles que lo rodean, paseaba Cayetano durante sus frecuentes escapadas del colegio al cual asistía. Torturaba animalitos indefensos y si encontraba algún niño jugando placenteramente en la vereda lo invitaba a que lo acompañe al almacén del barrio a comprar caramelos. Al menos once pequeños aceptaron el ofrecimiento. Engañados terminaron en baldíos y conventillos de la zona en las sanguinarias manos del criminal más famoso del país, que por su escasa estatura- medía 1,51 cuando fue detenido- y por sus gigantes orejas, fue apodado "El Petiso Orejudo".

Inimputable
(Ramón Carillo 375, Barracas)
Cuando en 1912 Godino fue capturado regía en el país la pena de muerte. Al ser menor de edad y por el resultado de las pericias médicas, que indicaban que su imbecilidad y su demencia le impedían comprender la criminalidad de sus actos, fue internado en el pabellón de alienados delincuentes del Hospicio de las Mercedes, conocido actualmente como el Hospital Municipal José Tiburcio Borda.

Reclusión por tiempo indeterminado
(Las Heras y Coronel Díaz)
En la plaza donde hoy muchos vecinos de Palermo suelen pasear a sus mascotas y acostumbran a tomar sol los días calurosos, había hasta 1962 una prisión con aspecto de castillo. A esa Penitenciaría Nacional fue trasladado Godino, luego de que intentara matar a dos pacientes discapacitados en el Hospicio de las Mercedes. Uno era inválido y yacía postrado en una cama y el otro apenas podía moverse en silla de ruedas. En 1923, luego de ser condenado a reclusión por tiempo indeterminado fue llevado al Presidio de Usuhaia.

En el fin del mundo
(Yaganes y Gobernador Paz, Usuhaia)
Cientos de turistas recorren actualmente los pasillos por los que deambulaba Godino durante su reclusión en el Presidio de Usuhaia. Ocupaba la celda número 90 de la cárcel que albergó a otros presos famosos, entre los cuales supuestamente se encontraba Carlos Gardel. No hablaba con nadie y nunca recibió visitas. Aunque su conducta llegó a ser considerada ejemplar por las autoridades del establecimiento, recibió algunas sanciones disciplinarias por faltas menores. El castigo mayor lo recibió por parte de sus compañeros, que según informa la versión extraoficial, lo asesinaron a sus 49 años por haber matado a la mascota de la prisión: un gato que apareció estrangulado con uno de esos piolines que Godino solía usar para ahorcar a sus indefensas víctimas.

Santos Cayetano Godino
Buenos Aires, 31 de octubre de 1896-Usuhaia, 15 de noviembre de 1944.
La historia del Petiso Orejudo no es tan sólo una de las cientos que circulan en nuestra ciudad, sino la del primer asesino serial de la Argentina. Por eso es historia y mito. Igual, en cada rincón de Buenos Aires y del resto del país, abundan los casos reales que se terminan convirtiendo en leyendas, y también los mitos que se tornan realidad. Unos y otros, sobrevivirán al paso del tiempo únicamente mientras alguien esté ahí para recordarlos y compartirlos.
-Han dicho de ella:
."Maribel Verdú", plantea una interpretación creíble y sólida(...) reparto muy profesional(..)Juan Ciancio, a pesar de su juventud soporta el peso de ser el personale central de un modo admirable"- Yahoo cine.com
."Metraje de gran factura(...) Maribel Verdú, siguiendo la estela de calidad de cintas como el laberinto del fauno, realiza un agran interpretación(..) una película que merece ser vista"- Lycos.es
."Gran potencia narrativa(...) impecable escenografía" ABC