Para nuestra pareja de veinteañeros protagonistas, Fito y Toño, las cosas evolucionan un poco hacia la madurez (aunque sólo en apariencia, la realidad es muy diferente).
Fito intenta de una vez sacar una beca Erasmus para irse un año a Inglaterra a mejorar su paupérrimo inglés y está más cerca que nunca de conseguirlo. Ha aprobado un primer examen y sólo le queda, en el plazo de una semana, el último y definitivo. Entretanto su padre, propietario de un asador de pollos en Soria, le ha encargado que recoja la nueva furgoneta de reparto que ha comprado y se la lleve en cuanto pueda.
Toño, por su parte, ha logrado ascender en el difícil escalafón del periodismo hasta la categoría de sufrido becario y presta sus servicios en la revista musical Chill Out Magazine, en la que sólo uno de los dos becarios contratados este año puede quedarse en plantilla. Su rival en el puesto es Oliver, un niño de papá que quiere quedarse en la revista como sea, aunque sólo para justificar ante sus padres que "él se gana la vida" y le sigan enviando dinero todos los meses.
Si quiere obtener el deseado contrato fijo, Toño tendrá que demostrar su capacidad para encontrar
un buen reportaje. Pero, ¿qué hacer para conseguir el puesto? Eso se pregunta mientras se toma una caña con Fito en la azotea de casa.
Al ver en la televisión unas imágenes del Cactus Festival se le ilumina una lucecita. Este verano,
el famoso festival de música cuenta con un elenco de lujo. Entre los artistas que actuarán en esta edición se encuentra ni más ni menos que SLAM, estrella del rock mundial. Y también mundialmente conocido por su recalcitrante negativa a conceder entrevistas. ¿Y si él consiguiese la exclusiva? Eso sí que sería un puntazo y se quedaría con el puesto de redactor en la revista. Pero, ¿cómo llegar a Cactus Festival si no tiene un duro para el viaje y el alojamiento?
La solución se le aparece cuando Fito le cuenta que tiene que ir a recoger la furgoneta de reparto de su padre: ¿por qué no van juntos al Cactus Festival y...? Pero su amigo se niega en redondo. En una semana tiene el segundo y definitivo examen de la beca Erasmus. Es imposible. No puede jugársela. Sólo desplegando todo su encanto, Toño consigue convencer a su amigo Fito para que le acompañe al Cactus. Todo arreglado...y los libros se los lleva en la maleta, claro.
Con lo que no contaba Toño es con el "espionaje industrial" al que le está sometiendo Oliver. Su becario enemigo fisgonea y consigue hacerse con la información (o mejor dicho, con la idea) de entrevistar a SLAM. Y al Cactus Festival se va Oliver junto con su rubia y explosiva novia, Lorena,
en busca también de SLAM y de robarle la entrevista a Toño...
Después de recoger la furgoneta, Toño y Fito se preparan para partir. Pero la primera sorpresa que se lleva Fito es que su colega se ha buscado un pasajero extra para sufragar los gastos del viaje:
su tía le ha encomendado que se lleve al Cactus -a cambio de una jugosa recompensa- a su primo Luisito, para que espabile.
Ahí van Toño y Fito, camino del Cactus Festival, a bordo de la furgoneta nueva y con Luisito como compañero de viaje. El camino no será fácil: tendrán un accidente con un camión, sufrirán un pequeño "incidente" con unos músicos-mecánicos cubanos, conocerán a una pareja de deslumbrantes chicas que hacen auto-stop... Aunque eso no es nada comparado con lo que encontrarán al llegar al Cactus: mucha juerga y un festival playero lleno de gente enrollada y buena música. El panorama no puede ser más divertido...
Siganos