Todas las grandes películas de ciencia ficción de la actualidad rinden honores a éste clásico pionero del productor George Pal, que obtuvo un Oscar por sus espectaculares efectos especiales.
El inminente choque con una estrella errante supone el final del mundo. El Gobierno rehúsa escuchar a los científicos, pero un grupo de industriales privados financian la construcción de una nave espacial que transportará una cantidad limitada de gente a otro planeta para comenzar una nueva civilización. Según se aproxima el fin, luchan contra el tiempo y contra el pánico de aquellos que se quedarán el la Tierra. El impacto pulverizador del choque, los gigantescos maremotos y los devastadores terremotos, así como el violento final cósmico, conforman el terrorífico panorama de destrucción total. El equilibrio entre el aspecto dramático y la gran aventura es, sencillamente, soberbio, culminando de una manera tan fascinante como inolvidable e irrepetible.
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